El capricho (Jimenez de Jamuz)

Esta bodega tiene fama nacional por su carne de buey, que lleva un proceso de curado especial, la dejan 70 días a temperaturas bajas, sin llegar a la congelación, para que ciertos hongos y bacterias le otorguen ese sabor característico,tan apreciado por algunos. Teníamos que probar algo tan peculiar.

El sitio es precioso por dentro, la bodega tiene diferentes "cuevas", de distintos tamaños que albergan mesas, la sensación de intimidad es estupenda.

El servicio es eficiente y agradable, sin llegar en absoluto a agobiar, con nosotros tampoco se entretuvieron demasiado en explicar, cosa que vimos era muy diferente en otras mesas, a las que acudía el chef a explicar el proceso de madurado y a despiezar la carne en una mesa auxiliar.

La carta es bastante extensa, pero muy enfocada en las carnes rojas, también encontramos una gran variedad de setas, que la camarera llamó "hongos", pretendiendo que fuesen algo distinto y más distinguido, cosa totalmente errónea en este caso. Lo que se come es evidentemente la seta, el órgano reproductor del hongo. Nos decidimos por pedir lengua curada y mollejas como entrante y picaña y cadera de buey como plato fuerte.

Nos pusieron un pinchito de chorizo de buey mientras esperábamos, tiene un sabor muy peculiar. La lengua aliñada estaba exquisita y las mollejas venían en una salsa picante que invitaba a mojar pan, muy buenas. La carne fue quizás lo más decepcionante, el sabor es fuerte y es una carne bastante más dura y correosa que otras a las que estamos más acostumbrados, está llena de sabores que quizás resultan un poco extraños, al menos esta primera vez, además la cadera venía en filetes demasiado finos para mi gusto.

De postre probamos una tarta de queso que fue una auténtica delicia y todo fue regado con un Liberalia Cuatro, un vino de Toro excelente y que nos llamo la atención por costar tan solo 14 euros en la carta, también hay que destacar que es bastante amplia.

El precio fue de unos 40 euros por persona, aunque el buey, que es la especialidad, así como las setas, las cobran caras en exceso, en la carta vimos precios bastante asequibles para muchos platos y entrantes, así como un "menú de crisis" al precio de 20 euros.

Resumiendo, la bodega El Capricho es un sitio muy agradable y diferente al que ir a comer, si bien la especialidad no nos encantó como esperábamos, hay otras muchas cosas que merecen la pena.

ENTORNO: 9
SERVICIO: 6
COCINA: 7
PRECIO: 5
CALIDAD/PRECIO: 6

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