LA CATEDRAL DE LA MONTAÑA (LOIS)
En un marco incomparable, el encantador pueblo de Lois, en plena montaña leonesa, cerca ya de los Picos de Europa, encontramos esta casa rural que cuenta con un pequeño restaurante en su planta baja. Nos decidimos por este sitio siguiendo una recomendación, el restaurante es muy pequeño pero encantador, muy en la línea del turismo rural.
El trato es excelente, nos atendieron rápida y amablemente en todo momento. La carta es bastante extensa y sin duda, muy apetecible.
Pedimos unos entrantes y luego carne a la brasa. No podemos decir más que alagos sobre todos los platos, incluido el vino, un Yllera que también estaba muy bueno, la carne tiernísima, los quesos deliciosos, los postres exquisitos. Las raciones son normales.
El precio fue de 25 euros justos por persona, lo cual es un regalo para la experiencia gastronómica que tuvimos.
En conclusión, "La catedral de la montaña" es un lugar de obligada visita, así como el maravilloso enclave de Lois, con su sorprendente iglesia rosada.
ENTORNO: 9
SERVICIO: 8
GASTRONOMÍA: 8
PRECIO: 7
CALIDAD/PRECIO: 8.5
El trato es excelente, nos atendieron rápida y amablemente en todo momento. La carta es bastante extensa y sin duda, muy apetecible.
Pedimos unos entrantes y luego carne a la brasa. No podemos decir más que alagos sobre todos los platos, incluido el vino, un Yllera que también estaba muy bueno, la carne tiernísima, los quesos deliciosos, los postres exquisitos. Las raciones son normales.
El precio fue de 25 euros justos por persona, lo cual es un regalo para la experiencia gastronómica que tuvimos.
En conclusión, "La catedral de la montaña" es un lugar de obligada visita, así como el maravilloso enclave de Lois, con su sorprendente iglesia rosada.
ENTORNO: 9
SERVICIO: 8
GASTRONOMÍA: 8
PRECIO: 7
CALIDAD/PRECIO: 8.5
Comentarios
Seguro no volveremos.
Sin embargo, sus gerentes, Antonio y Lucía, no parecen ser adecuados para el negocio de la hostelería. Es como si trabajaran a disgusto, con desdén, como si les molestara la clientela. Soberbia reacción de Antonio ante una crítica sobre el excesivo asado de un chuletón a la brasa.
Es una pena, pero no volveremos.