RESTAURANTE NALGAS
Al fondo del barrio de El Ejido, cerca ya del parque de La Granja, encontramos este restaurante que lleva más de 1 siglo en León!! Ya era hora de que nos pasásemos ¿verdad?.
El aspecto externo es muy humilde, pero por dentro tiene además de la zona de bar un amplio y acogedor comedor rústico. El servicio es eficiente y sonriente, no se puede pedir más. La carta es impresionantemente amplia y apetecible, en esta ocasión eramos varios y nos decantamos por pedir unas cuantas raciones variadas. Pedimos pulpo, mejillones, chipirones, lengua curada, mollejas y rabo, el camarero nos informó al pedir de que también tenían zamburiñas aunque no aparecían en la carta, y dado lo difícil que es encontrarlas y lo mucho que nos gustaban a algunos también las pedimos.
No tardaron en ir llegando las raciones una detrás de otra, todas muy buenas, pero a destacar la lengua, los mejillones y las zamburiñas a la plancha que estaban deliciosas y justo en su punto, parecían recien sacadas de la ría, fue todo un acierto pedirlas.
De postres pedimos tiramisú y mousse de limón, el tiramisú muy bueno pero lo que rompía los moldes era la mousse, puedo asegurar que es la mejor mousse que he probado, puro aire.
El precio está fenomenal para la calidad de los productos y la excelente cocina, no llegó a los 20 euros por persona.
En resumen, el Nalgas es un sitio de obligada visita en León, estamos deseando volver.
ENTORNO: 6
SERVICIO: 8
GASTRONOMÍA: 9
PRECIO: 8
CALIDAD/PRECIO: 8
El aspecto externo es muy humilde, pero por dentro tiene además de la zona de bar un amplio y acogedor comedor rústico. El servicio es eficiente y sonriente, no se puede pedir más. La carta es impresionantemente amplia y apetecible, en esta ocasión eramos varios y nos decantamos por pedir unas cuantas raciones variadas. Pedimos pulpo, mejillones, chipirones, lengua curada, mollejas y rabo, el camarero nos informó al pedir de que también tenían zamburiñas aunque no aparecían en la carta, y dado lo difícil que es encontrarlas y lo mucho que nos gustaban a algunos también las pedimos.
No tardaron en ir llegando las raciones una detrás de otra, todas muy buenas, pero a destacar la lengua, los mejillones y las zamburiñas a la plancha que estaban deliciosas y justo en su punto, parecían recien sacadas de la ría, fue todo un acierto pedirlas.
De postres pedimos tiramisú y mousse de limón, el tiramisú muy bueno pero lo que rompía los moldes era la mousse, puedo asegurar que es la mejor mousse que he probado, puro aire.
El precio está fenomenal para la calidad de los productos y la excelente cocina, no llegó a los 20 euros por persona.
En resumen, el Nalgas es un sitio de obligada visita en León, estamos deseando volver.
ENTORNO: 6
SERVICIO: 8
GASTRONOMÍA: 9
PRECIO: 8
CALIDAD/PRECIO: 8
Comentarios
Éste fue nuestro menú para dos comensales:
Una ración de mejillones, bastante buenos, y una de pulpo, que sin ser nada para chuparse los dedos, bien. El lechazo muy discretito, mucho hueso y poca carne, y la lengua estofada, con una salsa muy cargada de condimento, demasiado para mi gusto. El postre, una rica tarta de queso casera, y una mousse de chocolate que aún estoy pensando porque le llamaron asi si era practicamente una crema. Una mousse es otra cosa, señores...
Ah, imperdonable el precio de una jarra de esas de barro con cerveza, supongo que un litro o ni eso siquiera, era para dos personas: 8,50 euros. Por lo visto, debia ser cerveza de reserva, aunque me inclino a pensar que nos vieron cara de tontos o de guiris... Hubiera sido mejor pedir un Prieto, aunque el más barato rondaba los 12 euros, creo recordar, pero visto lo visto...
El trato es correcto y nos invitaron a chupito, pero la cara que se te queda despues de pagar ¡¡62 euros!! por ésta comida para dos personas en un lugar sin el más minimo encanto siquiera... Porque aquí dificilmente pueden cobrarte un plus por las vistas o por la situacion de las mesas, vamos... Hace unas semanas cené por ese mismo importe en Valencia al lado del mar un menú que ni punto de comparacion a base de cositas del mar tipo calamares a la plancha, chipirones rellenos, exquisita tarta de chocolate con helado... Uff, qué diferencia...
Para gustos los colores, pero en mi caso, pues eso, que una y no más...