LA TABERNA DE GAIA
En esta ocasión nos hemos ido a uno de los puntos más emblemáticos del camino de Santiago, el puerto de Foncebadón, seguro que todos conoceréis la famosa "cruz de ferro". Muy cerca de la cruz está el pueblo de Foncebadón, deshabitado hasta hace pocos años en que ha empezado a ser "recolonizado" por algunas personas dedicadas al turismo rural.
Uno de estos lugares es el restaurante medieval del que trataremos en esta entrada, se trata de un lugar totalmente ambientado en el medievo, la decoración está bastante cuidada, si bien hay cosas que nos resultan un tanto incómodas y aparatosas hoy en día.
El servicio es eficiente y agradable, explican todos los platos, la verdad que una explicación es necesaria debido a sus nombres medievales, los platos llegan con extraordinaria rapidez servidos en enormes tejas de arcilla. El embutido es bastante mediocre, los langostinos a la plancha muy ricos pero escasos, el revuelto es sabroso y original, con un montón de verduras y frutos secos, pero el plato estrella es sin duda el churrasco, servido sobre media hogaza y acompañado de un choricín, patatas al romero y un pimiento, todo con un cierto regusto a hierbas, es un plato muy abundante, todos los entrantes se hacen innecesarios cuando te das cuentas que tienes que dejar parte de la sabrosa carne. Los que pidieron algo diferente a churrasco se arrepintieron, el guiso de ciervo demasiado herbaceo y con un toque de hervido al igual que las costillas de cerdo. La tarta de chocolate no es nada del otro mundo, pero la de queso es muy buena así como el café de puchero y las tisanas de hierbas son excelentes, no dejéis de probarlas.
El precio está más que bien ya que quedas a gusto por no más de 20-25 euros. En resumen, se trata de un lugar pintoresco y agradable, por donde merece la pena pasar.
ENTORNO: 6
SERVICIO: 7
GASTRONOMÍA: 6
PRECIO: 7
CALIDAD/PRECIO: 6.5
Uno de estos lugares es el restaurante medieval del que trataremos en esta entrada, se trata de un lugar totalmente ambientado en el medievo, la decoración está bastante cuidada, si bien hay cosas que nos resultan un tanto incómodas y aparatosas hoy en día.
El servicio es eficiente y agradable, explican todos los platos, la verdad que una explicación es necesaria debido a sus nombres medievales, los platos llegan con extraordinaria rapidez servidos en enormes tejas de arcilla. El embutido es bastante mediocre, los langostinos a la plancha muy ricos pero escasos, el revuelto es sabroso y original, con un montón de verduras y frutos secos, pero el plato estrella es sin duda el churrasco, servido sobre media hogaza y acompañado de un choricín, patatas al romero y un pimiento, todo con un cierto regusto a hierbas, es un plato muy abundante, todos los entrantes se hacen innecesarios cuando te das cuentas que tienes que dejar parte de la sabrosa carne. Los que pidieron algo diferente a churrasco se arrepintieron, el guiso de ciervo demasiado herbaceo y con un toque de hervido al igual que las costillas de cerdo. La tarta de chocolate no es nada del otro mundo, pero la de queso es muy buena así como el café de puchero y las tisanas de hierbas son excelentes, no dejéis de probarlas.
El precio está más que bien ya que quedas a gusto por no más de 20-25 euros. En resumen, se trata de un lugar pintoresco y agradable, por donde merece la pena pasar.
ENTORNO: 6
SERVICIO: 7
GASTRONOMÍA: 6
PRECIO: 7
CALIDAD/PRECIO: 6.5
Comentarios
Saludos