LA MEJILLONERA
Años y años lleva este lugar abierto en pleno centro de la capital leonesa, muy cerca de la Plaza de la Pícara. Se trata de un lugar todo forrado en madera clara, al estilo de los bares de pescadores, no es un sitio elegante, pero tampoco lo pretende, es un sitio al que ir a tomar una tapitas variadas.
La carta se reduce a mejillones, preparados con 5 salsas diferentes, patatas bravas, calamares, pulpo y callos a la leonesa.
El servicio es aceptablemente eficaz, las raciones no se hacen esperar, las cantidades son correctas, está todo bien preparado y es de buena calidad, si bien, las salsas son un poco repetitivas. Lo mejor, sin duda, del "garito" son los precios. Por menos de 8 euros por persona puedes cenar a base de mariscos, que es mucho decir tal como está el mercado, y siempre es una alternativa muy saludable a la "comida basura".
ENTORNO: 5
SERVICIO: 6
GASTRONOMÍA: 6
PRECIO: 10
CALIDAD/PRECIO: 6.5
La carta se reduce a mejillones, preparados con 5 salsas diferentes, patatas bravas, calamares, pulpo y callos a la leonesa.
El servicio es aceptablemente eficaz, las raciones no se hacen esperar, las cantidades son correctas, está todo bien preparado y es de buena calidad, si bien, las salsas son un poco repetitivas. Lo mejor, sin duda, del "garito" son los precios. Por menos de 8 euros por persona puedes cenar a base de mariscos, que es mucho decir tal como está el mercado, y siempre es una alternativa muy saludable a la "comida basura".
ENTORNO: 5
SERVICIO: 6
GASTRONOMÍA: 6
PRECIO: 10
CALIDAD/PRECIO: 6.5
Comentarios
Y lo del servicio "aceptablemente eficaz", pues más de lo mismo. Una pandilla de bordes que perece que te están haciendo un favor por atenderte. De haber algún pescado en ese "garito", son ellos, y de frescos nada ....
Un saludo
Tiene razón UNO DE LEÓN cuando dice que si su carta es únicamente esa, pescados pocos, más bien ninguno.
Bueno, si hacen bien los mejillones y las papas nos conformamos.
Yo solía acudir mucho de chaval, a LA MEJILLONERA de San Sebastián. Un local guarro como pocos, con camareros bordes, parece requisito indispensable para poder atender al publico que solía frecuentarlo, mayoritariamente jóvenes, y en muchos casos algo pasados de cañas. Sus mejillones en sus diferentes salsas una gozada, y las papas con "la salsa especial de la casa", riquísima.
Este tipo de locales cuando eres más chaval son indispensables. Ahora con 35 me dan algo más para atrás. Eso de luchar en la barra para pedir, ya lo tengo superado.
Felicidades por el blog.