EL RINCÓN DE SERRADORES
Lo que antes era un famoso restaurante francés de León, el Honoré, es ahora El rincón de Serradores.
Un menú del día en el que se ofrecía entrecot de buey nos obligó a entrar sin dilación. El interior ha sufrido reformas y ha ganado encanto, un amplio salón de decoración rústica que resulta bastante acogedor.
El servicio es excelente, una amable camarera nos aconsejó y se preocupó en todo momento por nosotros, es cierto que no tenía mucho trabajo ya que el salón fue nuestro en exclusiva durante toda la comida.
De primero pedimos una ensalada mixta, más que aceptable, y unos riquísimos garbanzos con espinacas y de segundo el ansiado entrecot, que si bien tenía algún nervio de más, estaba bien preparado y en su punto ideal de hechura. La tarta de queso que nos sirvieron de postre fue una auténtica delicia, no se puede decir lo mismo del vino de la casa, que como es lo normal por el precio de un menú del día, era bastante malo.
El precio, como ya habíamos observado en la pizarra de la entrada fue de tan solo 12 euros, que por la cantidad y la calidad de lo servido nos da una relación muy buena.
Sin duda, volveremos a dejarnos caer por aquí.
ENTORNO: 7
SERVICIO: 8
GASTRONOMÍA: 7
PRECIO: 8
CALIDAD/PRECIO: 7
Comentarios
Cuando a "anónimo" le vuelva a suceder lo anterior, mejor pida la hoja de reclamaciones y que de la cara y con gusto trataremos de que quede lo más satisfecho posible y que no haga daño gratuitamente Agradecemos, no obstante el comentario, nos hubiera gustado que pidieran más chuletón para que quedaran satisfechos. El chuletón de buey se cobra al peso, por lo tanto, cuanto más pidan mejor para nosotros, pues no se puede pretender pedir chuletón para tres personas y que coman cinco y claro, parezca que les sirven para dos.
Atentamente.
La Dirección