PIZZERÍA RAGAZZI
En la calle Joaquina de Vedruna (zona de la Inmaculada) encontramos la pizzería Ragazzi, un restaurante italiano con amplia capacidad pero de ambiente familiar.
El sitio no está mal, como ya digo es amplio pero acogedor, el servicio es normalito, si preguntas mucho parece que se molestan... muchas prisas. En cuanto a la carta, no se puede decir que sea muy variada, sobre todo en cuanto a vinos, tuvimos que pedir el único lambrusco, bastante mediocre por cierto, que tenían. Luego llegaron las ensaladas, de lo más soso y encima te ponen los ingredientes apilados en montoncitos que poco más y te sacan los tomates y el abrelatas y te la montas tu mismo... la cosa no iba bien pero llegaron las pizzas y se arregló ¡qué pizzas! son ideales, la masa es perfecta están bien cargadas de ingredientes excelentemente combinados y son bastante abundantes, al final quedamos satisfechos, sobre todo al ver la cuenta que no llegó a los 15€ por cabeza. Merece la pena ir aunque sólo sea por probar el riquísimo calzone especial.
ENTORNO: 6
SERVICIO: 5
GASTRONOMÍA: 7
PRECIO: 7
CALIDAD/PRECIO: 7
El sitio no está mal, como ya digo es amplio pero acogedor, el servicio es normalito, si preguntas mucho parece que se molestan... muchas prisas. En cuanto a la carta, no se puede decir que sea muy variada, sobre todo en cuanto a vinos, tuvimos que pedir el único lambrusco, bastante mediocre por cierto, que tenían. Luego llegaron las ensaladas, de lo más soso y encima te ponen los ingredientes apilados en montoncitos que poco más y te sacan los tomates y el abrelatas y te la montas tu mismo... la cosa no iba bien pero llegaron las pizzas y se arregló ¡qué pizzas! son ideales, la masa es perfecta están bien cargadas de ingredientes excelentemente combinados y son bastante abundantes, al final quedamos satisfechos, sobre todo al ver la cuenta que no llegó a los 15€ por cabeza. Merece la pena ir aunque sólo sea por probar el riquísimo calzone especial.
ENTORNO: 6
SERVICIO: 5
GASTRONOMÍA: 7
PRECIO: 7
CALIDAD/PRECIO: 7
Comentarios
Y algo que no hay que pedir son las bolitas de mozzarella; es bastante decepcionante morder una de esas bolitas y que en vez de brotar queso fundido, compruebes que el interior no es otra cosa que una especie de masa poco cocida.
Sobre el resto no tengo queja.
Saludos!
El ambiente es familiar, acogedor y la verdad que sí que es un sitio que recomiendo a todo el mundo por lo menos conocerlo en León.