LA CASA DE LOS BOTONES
En la calle Platerías, en pleno barrio húmedo encontramos este restaurante, en un mítico edificio leonés, anteriormente dedicado a mercería.
El sitio es bonito, bien situado, acogedor. El servicio es amable y eficiente, no lo podemos negar. Pedimos unos cuantos entrantes, ya que éramos muchos, para compartir y luego platos de carta. A mi se me caían las lágrimas ante la escasez de las raciones, no creo que mi porción de solomillo llegase a los 100 gramos y estaba excesivamente pasado, lo mismo pude comentar con muchos de los asistentes a la mesa. Total que nos fuimos de allí con la panza tan vacía como el bolsillo, porque la cosa se acercó a los 30 € por barba. En fin, que si eres de poca ración y quieres cenar en el húmedo puede no estar mal, pero yo no vuelvo
ENTORNO: 7
SERVICIO: 8
GASTRONOMÍA: 4
PRECIO: 4
CALIDAD/PRECIO: 4
El sitio es bonito, bien situado, acogedor. El servicio es amable y eficiente, no lo podemos negar. Pedimos unos cuantos entrantes, ya que éramos muchos, para compartir y luego platos de carta. A mi se me caían las lágrimas ante la escasez de las raciones, no creo que mi porción de solomillo llegase a los 100 gramos y estaba excesivamente pasado, lo mismo pude comentar con muchos de los asistentes a la mesa. Total que nos fuimos de allí con la panza tan vacía como el bolsillo, porque la cosa se acercó a los 30 € por barba. En fin, que si eres de poca ración y quieres cenar en el húmedo puede no estar mal, pero yo no vuelvo
ENTORNO: 7
SERVICIO: 8
GASTRONOMÍA: 4
PRECIO: 4
CALIDAD/PRECIO: 4
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