LA CASA DEL BOTILLO
Situado al pie de una de las colinas que bordean la ciudad de Ponferrada, capital del Bierzo, encontramos este precioso caserío de aire rural.
El lugar está bien situado y decorado, con vistas a amplios jardines, las mesas son también amplias, pero no por ello deja de ser un sitio cómodo y acogedor. No podemos decir lo mismo del servicio, quizás fuese mala suerte pero nos toco una camarera seca y desagradable como ella sola, le costó trabajo aconsejar y nos trato con un tono poco apropiado para alguien que se dedica al servicio al cliente.
La gastronomía es de gran calidad, aunque algunas raciones resultan escasas, por ejemplo la de chuletillas de cordero, no así los langostinos o el solomillo, el embutido es bastante bueno y los postres son caseros y excelentes. Lo más increíble fue que los platos de carne venían acompañados de una especie de pellejos verdes fríos y sin sal que se supone que eran"pimientos de padrón"... Increible nos resultó el hecho de probar algo tan pésimo en el Bierzo, tierra de excelentes pimientos.
El precio ronda los 30 euros, como en casi cualquier sitio.
En resumen, es un sitio donde se come razonablemente bien por un precio también razonable, lástima que el desagradable servicio recibido pese sobre nuestra valoración final.
ENTORNO: 9
SERVICIO: 2
GASTRONOMÍA: 7
PRECIO: 6
CALIDAD/PRECIO: 6
El lugar está bien situado y decorado, con vistas a amplios jardines, las mesas son también amplias, pero no por ello deja de ser un sitio cómodo y acogedor. No podemos decir lo mismo del servicio, quizás fuese mala suerte pero nos toco una camarera seca y desagradable como ella sola, le costó trabajo aconsejar y nos trato con un tono poco apropiado para alguien que se dedica al servicio al cliente.
La gastronomía es de gran calidad, aunque algunas raciones resultan escasas, por ejemplo la de chuletillas de cordero, no así los langostinos o el solomillo, el embutido es bastante bueno y los postres son caseros y excelentes. Lo más increíble fue que los platos de carne venían acompañados de una especie de pellejos verdes fríos y sin sal que se supone que eran"pimientos de padrón"... Increible nos resultó el hecho de probar algo tan pésimo en el Bierzo, tierra de excelentes pimientos.
El precio ronda los 30 euros, como en casi cualquier sitio.
En resumen, es un sitio donde se come razonablemente bien por un precio también razonable, lástima que el desagradable servicio recibido pese sobre nuestra valoración final.
ENTORNO: 9
SERVICIO: 2
GASTRONOMÍA: 7
PRECIO: 6
CALIDAD/PRECIO: 6
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